que solo aquello a lo que prestas atención forma parte de tu realidad.
En estás sesiones con la psicóloga y algunas anteriores me he preguntado si
lo que realmente importa es lo que no puedo mirar.
Si fuera un ciborg,
todo aquello que está tanto lejos del limite de mi programación.
De las redes neurales que han enseñado a una I.A.
Hay tantas cosas que no me habían enseñado a ver
que ahora forman parte de todo lo que quiero
y de lo que no quiero
Estados de tristeza absoluta o inviernos infinitos
por mi, por las otras personas, por el mundo.
Es decir, ya no soy un prejuicio de mi misma.
Me importa la mínima parte de un átomo
lo que puedan sentir por creer de mi lo que quieren.
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